miércoles, 26 de febrero de 2014

Acerca de la vida debajo de una mesa

Estructura de pórticos de Jean Prouvé

            La pieza pórtico desarrollada por Jean Prouvé, destinada en un comienzo para las casas Standard y luego aplicada para su proyecto de viviendas tropicales en Brazzaville (Congo), devela la relación indiferenciada entre las casas y las cosas al desacralizar a la habitación de su tradicional concepción metafísica.
            Para Prouvé una casa puede compartir su principio constructivo con una mesa. Sus reconocidos diseños de mesas se valen del mismo material y de la misma impronta iconográfica que estas viviendas-pórtico. Todos ellos pertenecen así a una misma esfera diluyendo para el caso el conflicto del tamaño.
            Cuando la casa dejó de pertenecer al mundo natural de la modelada geografía de las ciudades y se incorporó al mundo de las cosas. Cuando convertida en artificio, su construcción se arrogó la eficacia de la inmediatez; entonces fue posible habitar dentro de los objetos. Hay en esta operación una invitación abierta a concebir a la casa como se podría pensar el diseño de una mesa y a tomar a la mesa como lo hace un niño cuando la interpreta como su primer refugio prefabricado en el impulso más básico de la doble imagen del acto del escondite; tanto en la reacción instintiva al temor y la huida, como en la sucesión de las fantasías propias de los juegos de infancia.
            Surgida como solución práctica a la encomienda que el Ministerio de la Reconstrucción francesa le hiciera al final de la segunda guerra mundial referida al desarrollo de una vivienda de urgencia transportable, económica y confortable, la estructura de pórticos encuentra su camino final con el empleo de un solo apoyo al centro de la viga principal en el modelo desarmable enviado por avión al Congo en 1951. La secuencia constructiva de la unidad de vivienda denota el valor jerárquico de la pieza pórtico ya que es la que primero deberá erguirse. A partir de allí el resto del sistema encuentra la lógica de su disposición. En el interior de la unidad sólo se tendrá percepción del pórtico convirtiéndose así no sólo en el apoyo estructural sino también en el sostén expresivo de la operación[1].
            Luego de comprender que la pieza de sostén absorbe por su expresión memorable la demanda de forma de su naturaleza arquitectónica, surge la pregunta funcional por la necesidad del pórtico. Los detalles constructivos -y más aún cuando se convierten en elementos tan notables para la obra, tan notables que se vuelven metonímicos-, corren habitualmente con cierto riesgo para con la moral funcionalista. El paso de la maison Standard a la maison Tropical[2] termina de explicar la razón constructiva de la pieza de apoyo al hacer radical la liberación de los bordes de la casa con la aparición de la galería perimetral y con ella la adecuación al medio ambiente africano a partir de la formación de un dispositivo climático de circulación de las ventilaciones. Sin embargo nunca se encontrará más explicación que la de la constitución de un sentido de evidencia del evento tectónico y, sobre todo, de la construcción misma como evento. Es imprescindible incluir entonces dentro de los argumentos que dan sentido a estos objetos a la restricción operativa impuesta por Prouvé -que obedece más al hecho constructivo que al objeto construido-, al definir que el sistema debe ser montado sólo por dos personas. El pórtico es una pieza fundacional del objeto y una evidencia refleja no sólo la liberación de las fachadas sino también de un procedimiento de construcción sin mayores medios que las propias manos de un par de operarios.
            La maison tropical de Prouvé y su pórtico atraviesa con elegancia -la misma con la que él se instala finalmente en la memoria como un refinado artesano industrial-, sobre los tópicos asignados por la teoría y la historia de la arquitectura contemporánea. Es una máquina de habitar en los estrictos términos modernos, un ensayo tipológico bajo las condiciones de las producciones posmodernas, el proceso activo de un experimento y también hoy podrían decir -en su pertinencia operativa hacia las variables del aprovechamiento climático-, que estamos delante de una vivienda ‘ecológica y sustentable’.
            Una casa, una mesa[3]. Desde debajo de la mesa la planta siempre es libre. En aquella libertad siempre se encuentra resguardo.
Gustavo Diéguez. Enero de 2009
Publicado en Summa + N° 100
10 detalles memorables



[1]  Algo que no había podido lograr años atrás cuando una oficina municipal le inhabilitara un prototipo de vivienda al encontrar fuera de las normas vigentes a una propuesta de módulo sanitario de matriz cilíndrica ubicado en el centro de la planta.
[2] La Maison Tropical ha cobrado reciente vigencia. En los últimos tres años se ha reconstruido en el Hummer Museum de Los Angeles, frente a la Tate Modern en la retropectiva de Prouvé en Londres, y hasta formó parte de una muy mediatizada subasta de Christie´s en Queens (NYC), en la búsqueda de fondos para la construcción del Museo Prouvé.
[3]  ‘Una casa, un palacio’ como paradigma prográmatico de Le Corbusier encuentra en este caso a una contrafigura en la cercanía.

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