Estructura
de pórticos de Jean Prouvé
La pieza pórtico desarrollada por Jean
Prouvé, destinada en un comienzo para las casas Standard y luego aplicada para
su proyecto de viviendas tropicales en Brazzaville (Congo), devela la relación
indiferenciada entre las casas y las cosas al desacralizar a la habitación de
su tradicional concepción metafísica.
Para Prouvé una casa puede compartir
su principio constructivo con una mesa. Sus reconocidos diseños de mesas se
valen del mismo material y de la misma impronta iconográfica que estas
viviendas-pórtico. Todos ellos pertenecen así a una misma esfera diluyendo para
el caso el conflicto del tamaño.
Cuando la casa dejó de pertenecer al
mundo natural de la modelada geografía de las ciudades y se incorporó al mundo
de las cosas. Cuando convertida en artificio, su construcción se arrogó la
eficacia de la inmediatez; entonces fue posible habitar dentro de los objetos. Hay
en esta operación una invitación abierta a concebir a la casa como se podría
pensar el diseño de una mesa y a tomar a la mesa como lo hace un niño cuando la
interpreta como su primer refugio prefabricado en el impulso más básico de la doble
imagen del acto del escondite; tanto en la reacción instintiva al temor y la
huida, como en la sucesión de las fantasías propias de los juegos de infancia.
Surgida como solución práctica a la
encomienda que el Ministerio de la Reconstrucción francesa le hiciera al final
de la segunda guerra mundial referida al desarrollo de una vivienda de urgencia
transportable, económica y confortable, la estructura de pórticos encuentra su
camino final con el empleo de un solo apoyo al centro de la viga principal en
el modelo desarmable enviado por avión al Congo en 1951. La secuencia constructiva
de la unidad de vivienda denota el valor jerárquico de la pieza pórtico ya que
es la que primero deberá erguirse. A partir de allí el resto del sistema
encuentra la lógica de su disposición. En el interior de la unidad sólo se
tendrá percepción del pórtico convirtiéndose así no sólo en el apoyo estructural
sino también en el sostén expresivo de la operación[1].
Luego de comprender que la pieza de
sostén absorbe por su expresión memorable la demanda de forma de su naturaleza arquitectónica,
surge la pregunta funcional por la necesidad del pórtico. Los detalles
constructivos -y más aún cuando se convierten en elementos tan notables para la
obra, tan notables que se vuelven metonímicos-, corren habitualmente con cierto
riesgo para con la moral funcionalista. El paso de la maison Standard a la maison Tropical[2]
termina de explicar la razón constructiva de la pieza de apoyo al hacer radical
la liberación de los bordes de la casa con la aparición de la galería
perimetral y con ella la adecuación al medio ambiente africano a partir de la
formación de un dispositivo climático de circulación de las ventilaciones. Sin
embargo nunca se encontrará más explicación que la de la constitución de un
sentido de evidencia del evento tectónico y, sobre todo, de la construcción
misma como evento. Es imprescindible incluir entonces dentro de los argumentos que
dan sentido a estos objetos a la restricción operativa impuesta por Prouvé -que
obedece más al hecho constructivo que al objeto construido-, al definir que el
sistema debe ser montado sólo por dos personas. El pórtico es una pieza
fundacional del objeto y una evidencia refleja no sólo la liberación de las
fachadas sino también de un procedimiento de construcción sin mayores medios
que las propias manos de un par de operarios.
La maison tropical de Prouvé y su pórtico atraviesa con elegancia -la
misma con la que él se instala finalmente en la memoria como un refinado
artesano industrial-, sobre los tópicos asignados por la teoría y la historia de
la arquitectura contemporánea. Es una máquina de habitar en los estrictos
términos modernos, un ensayo tipológico bajo las condiciones de las
producciones posmodernas, el proceso activo de un experimento y también hoy
podrían decir -en su pertinencia operativa hacia las variables del
aprovechamiento climático-, que estamos delante de una vivienda ‘ecológica y sustentable’.
Una casa, una mesa[3].
Desde debajo de la mesa la planta siempre es libre. En aquella libertad siempre
se encuentra resguardo.
Gustavo
Diéguez. Enero de 2009
Publicado
en Summa + N° 100
10 detalles memorables
[1] Algo que no había podido
lograr años atrás cuando una oficina municipal le inhabilitara un prototipo de
vivienda al encontrar fuera de las normas vigentes a una propuesta de módulo
sanitario de matriz cilíndrica ubicado en el centro de la planta.
[2] La Maison Tropical ha cobrado
reciente vigencia. En los últimos tres años se ha reconstruido en el Hummer
Museum de Los Angeles, frente a la Tate Modern en la retropectiva de Prouvé en
Londres, y hasta formó parte de una muy mediatizada subasta de Christie´s en
Queens (NYC), en la búsqueda de fondos para la construcción del Museo Prouvé.
[3] ‘Una casa, un palacio’ como paradigma
prográmatico de Le Corbusier encuentra en este caso a una contrafigura en la
cercanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario